De acuerdo a Botero (1997), como en una población hay diversidad de animales, se deben escoger los animales superiores y permitirles que sean los padres y las madres de la nueva generación de individuos, y además se deben descartar los animales inferiores; esta práctica económica y eficiente se llama selección.
Oliver (1977), define la selección como el método de mejoramiento genético mediante el cual se separan como reproductores los mejores individuos de una población y se eliminan como reproductores los inferiores.
Botero (1998), afirma que por medio de la selección se mejoran principalmente las características que son apreciablemente hereditarias y que realmente interesan, tales como producción de leche, de carne, de lana, ganancia de peso, entre otras.
Ossa (1997), sostiene que las operaciones que hay que hacer en el proceso de selección son:
Decidir las características a seleccionar.Decidir el método de selección a utilizar.Estimar el valor genético o de mejora de cada animal candidato a reproductor.Ordenar los individuos por su valor genético.Decidir la intensidad de selección que se va a utilizar.Elección de los animales.
En consecuencia, con el método de selección se da una mayor posibilidad para que en las generaciones futuras, se obtengan animales con las características deseadas por el productor.
Ossa (1998), sostiene que las dos herramientas básicas con que cuenta el ganadero y el genetista para ayudar a incrementar la producción y productividad de un hato, bajo el punto de vista genético animal, son: Los sistemas de apareamiento y la selección.
Hernández (1998), define la selección como la escogencia de los genotipos animales que van a ser los padres de la siguiente generación.
La ley (1970), afirma que es un acto mediante el cual ciertos individuos en una población son preferidos sobre otros para la producción de la siguiente generación. Además afirma que la selección es de dos tipos: Natural y artificial. La natural hace referencia a la supervivencia del individuo mejor dotado en un ambiente particular. La selección artificial, por su parte, es practicada por el hombre; por medio de ella éste determina en gran parte los animales que han de producir la siguiente generación.
Hernández (1998), considera que la selección artificial es de dos clases: La selección fenotípica y la selección genética. La selección fenotípica es la que se hace cuando se compara entre sí el comportamiento fenotípico de cada uno de los miembros de un grupo de animales. La selección genética se aplica cuando se compara un grupo de animales, no por su comportamiento, sino por el de su progenie o descendencia.
Henao (1994), aclara, que para la selección de un reproductor se debe estar seguro de su superioridad en los caracteres productivos básicos como son: Tener heredabilidad alta, o por lo menos media; el carácter debe brindar posibilidad para medirlo con precisión, debe tener definidas las correlaciones con los demás caracteres a considerar.
La selección de reproductores es un proceso continuo, cuyo efecto, aunque relativamente pequeño, se acumula generación tras generación, aumentando gradualmente la frecuencia de los genes favorables (Madalena, 2001).
Según Botero (1997), existen tres métodos de selección más reconocidos, a saber:
Método de selección Escalonado.
En este método se selecciona por una característica, por ejemplo, producción de leche y cuando llegamos a un nivel que se considera satisfactorio, por ejemplo 1.500 litros por lactancia, se empieza a seleccionar por otra característica, que puede ser ganancia diaria de peso, hasta llegar a una meta, y así sucesivamente.
Método de selección Niveles independientes de descarte.
Aquí se pone un nivel mínimo que debe llenar un animal para cada una de varias características a seleccionar, por ejemplo, 1.500 litros de leche por lactancia y 500 días de intervalo entre partos, y si no llega al mínimo en todas las características se descarta aunque sea superior en otra u otras.
Método de selección Índice.
Se le da un valor económico y/o biológico a cada característica a seleccionar y si el animal es muy superior en una característica, puede compensar el que sea inferior en otra u otras.
Este es el mejor método porque con él se obtiene el máximo progreso genético por selección; se debe tener en cuenta que entre más características tengamos para seleccionar, obtenemos menos progreso genético para cada una de ellas.
Variación. Dos hatos pueden tener el mismo promedio de producción, pero uno de ellos tener sus vacas con una producción más uniforme; que tan uniforme o no es la producción se mide con la variación.
Según Ossa (1997), existen tres métodos de selección eficiente, y que su utilización va a depender del valor estimado para la heredabilidad de la característica deseada, de allí la importancia de estimar con seguridad el valor genotípico para que se tengan medios de predecir cuál será el progreso en la generación descendiente. Los métodos de selección son los siguientes: selección por desempeño individual, selección por pedigrí o genealogía y selección por prueba de progenie.
Selección individual.
Según Restom (1996), la selección sobre la base del comportamiento individual implica la conservación de los animales, teniendo en cuenta su propio fenotipo. Esta selección puede hacerse para caracteres cuantitativos como la producción de leche y carne, para el tipo, color de la capa y la conformación. El tipo y la conformación se utilizaron en el pasado, durante muchos años, para la selección en las razas bovinas. El tipo puede ser definido como la constitución corporal de un individuo, que lo hace mejor dotado para un determinado fin.
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